EL OBJETO NARANJA
Pensando en un tema interesante para tratar en este espacio, he realizado largas reflexiones acerca de lo relativo que es el transcurso del tiempo. Ha sido inútil, me econtraba una y otra vez con planteamientos que no conducían a nada satisfactorio. El no resolver lo que me planteaba me ha ido llevando a un estado de desasiego estúpido y estéril. De pronto esta mañana he recordado un consejo que Homer Simpson dió a su travieso vástago una vez: "hijo mío, si algo te cuesta trabajo, déjalo". Al momento me sentí reconfortado. Olvidar el problema fue la solución. Entonces recordé lo que Bertrand Russell decía en su "Conquista de la felicidad" acerca de como eliminar de nuestro subconsciente esas pequeñas cosas diarias que nos atormentan y preocupan, replanteandolas en la mente una y otra vez hasta que dejan de preocuparnos.
¿No os parece extraño que un consejo tan patán de Homer pueda con uno de Bertrand Russell?
Evidentemente el matiz se encuentra en que la insignificancia del tiempo que vivimos desde un punto de vista de un observador futuro y de como cuanto más se aleje en el tiempo, más insignicantes seremos, no es un problema tangible con solución conocida, ahí, Homer gana, porque evita enfrentarse a la nimia importancia de nuestras (para nosotros trascendentales) vidas. (seguirá...)
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